¿Alguna vez te has preguntado qué tan importante es el papel que juegas en la industria de la moda?
En ocasiones se suele pensar que porque no ejercemos como trabajadores o empresarios en la industria (ya sea haciendo ropa, diseñando, o poniendo alguna tienda/casa de moda) no somos tan importantes dentro de ella, sin embargo, como consumidores somos básica e inconscientemente los que más importan.
A lo largo de los últimos 10 años ha aumentado masivamente el consumo de ropa por nuestra parte (el cliente) con ayuda del “Fast Fashion” y a consecuencia de esto han aumentado también los deshechos textiles, al convertir en basura la blusa que “ya no te gusta”, el vestido que “ya paso de moda” o los jeans que ya no utilizas.
¿Habías escuchado antes el término Fast Fashion? Si tu respuesta es no, te cuento rapidito.
Digámosle fast fashion (moda rápida) al sistema bajo el que operan la mayoría de las grandes y conocidas empresas de moda, sistema en el cual se crean rápidamente decenas de “colecciones” al año trayéndonos frecuentemente nuevas tendencias e incitándonos a consumir fácilmente por su bajo costo.
Debido a esto cada día es más fácil para nosotros comprar ropa que nos hace sentir bien. Inconscientemente la mercadotecnia nos vende la ropa como “una solución” o “fuente de consuelo”, haciéndonos pensar que si “estamos a la moda” (o a la vanguardia con las tendencias) podemos ser o sentirnos parte de algo. Es por esto que el fast fashion se encarga de traernos aproximadamente 50 colecciones de ropa al año, que nos hacen sentir que “nunca tenemos suficiente”.
Los bajos costos de este sistema nos permiten consumir fácilmente, y lamentablemente también nos incitan a desechar fácilmente. Generalmente las cosas por las cuales tuvimos que esforzarnos o pagar más, son las cosas que cuidamos más “para que nos duren”, ya que nos puede llegar a pesar perder algo por el cual pagamos tanto. Por esta misma razón se nos facilita tanto ver a la ropa como algo desechable, ya que la mayoría de las veces compramos prendas a precios súper económicos que en efecto pueden no ser de la mejor calidad, o compramos prendas por impulso solo “por estar a la moda” y no porque en realidad nos gusten, e inconscientemente las usamos 3 o 4 veces, y después termina el tiempo de vida de nuestra prenda.
Nuestra importancia como consumidores afecta increíblemente al planeta. Lamentablemente la industria textil es la segunda industria más contaminante ya que a mayoría de los textiles que se utilizan para fabricar ropa no son biodegradables, lo que significa que tardaran aproximadamente 200 años en descomponerse, mientras continúan soltando sustancias toxicas al medio ambiente, y por si fuera poco (como dato curioso) fabricar textiles de algodón consume miles de litros de agua. Si, tu ropa toma más agua que tú.
Por otro lado, las empresas grandes de moda hacen contratos con países subdesarrollados para llevar a cabo la producción de sus productos (piezas que poco después terminaran en nuestras manos), ya que estos países ofrecen el precio más bajo del mercado, esas contrataciones nos permiten a nosotros consumir a un bajo costo mientras les generamos ganancias a las empresas de fast fashion.
Si te interesa saber un poco más sobre el tema, te recomiendo ver un documental llamado “The true cost“dirigido por Andrew Morgan (Te adjunto aquí el link: https://www.youtube.com/watch?v=NDx711ibD1M ) . Este documental nos muestra un panorama más amplio sobre la industria de la moda, la baja calidad de vida, la explotación (básicamente) y las pésimas áreas laborales en las que se desenvuelven las personas que se dedican a la manufactura de nuestras prendas, es aquí donde podemos ver que tristemente hay personas pagando con su vida y trabajo el precio de nuestra ropa barata.
La industria del fast fashion ha influido tanto en nuestra filosofía de compras, que cuando se nos presenta la oportunidad de consumir algo involucrado con el comercio justo (ya sea marca local, o microempresas) o con procesos de menor impacto ambiental, que generalmente tienen un costo un poco más elevado, preferimos no comprarlo o ignorarlo, e ir al centro comercial a buscar especiales y ropa barata, y sabes... no te culpo. Inconscientemente hemos sido parte de ese sistema por años, es por eso que hago este post para concientizar un poco, y por “concientizar” no me refiero a exigir que dejemos de comprar ropa, o que vivamos obligados a nunca más consumir fast fashion, sino que pensemos más de una vez al momento de comprar una prenda, que pensemos en “porque” estamos comprando y “a quien” le estamos comprando, es decir, cuestionarnos si en realidad esa prenda que quieres comprar en el centro comercial va a ser de buen uso para ti, si la estas comprando por utilidad o por impulso, si realmente te gusta o la quieres solo porque todos la tienen, y si va a ser combinable con lo demás que tienes en tu guardarropa. Empecemos también a considerar otras opciones que nos ofrezcan el mismo producto o algo parecido.
Intentemos darle el mayor tiempo posible de vida a las prendas que tenemos, podemos intervenirlas y hacerles transformaciones, coserlas, cortarlas, o pintarlas. Busquemos otras opciones, como comprar vintage o second hand, hay tiendas online en instagram que nos ofrecen este tipo de servicios, @tianguera puede ser una opción y @myvintageroom_ . También hay concept sores en donde puedes encontrar distintas marcas mexicanas, @ohhiagain.store es una de ellas , esta tienda aparte de vender vintage stuff tiene cosas padrísimas de diseñadores locales, y así como estas opciones puedes encontrarte muchas más, es la ventaja de tener todo a nuestro alcance por medio de las redes sociales, solo tenemos que darnos el tiempo para buscar y conocer. Si consideras que ya termino tu relación con alguna pieza en particular puedes hacer intercambios con tus amigas, o publicarla a la venta en algún perfil, quizá a ti ya no te gusta, pero puede que a otra persona sí. Yo siempre digo que la forma más fácil de convertir una pieza vieja en nueva es cambiarle de dueño.
Habiendo dicho esto, considero súper importante que empecemos a buscar y conocer más marcas locales para tener diversas opciones de compra y poder contribuir a su crecimiento, crecer con marcas que trabajan bajo estándares de comercio justo, empresas que crean cosas de menos impacto ambiental, marcas que apoyan causas sociales, y sobretodo conocer y apoyar el talento que se desborda en México.
Con cariño: Zared. (@z.ared instagram)